martes, 20 de abril de 2010

EL MITO DE LA TRIBU ARIA


El mito de la “Tribu Aria”
S.Scholz 1994. Traducción al inglés: B.Kühne 2003. Traducción al castellano: Answulfs

1.-El Mito del Linaje
El ario rubio de ojos azules asentado en Europa y de condición superior debido a su raza geneticamente pura fue el producto de muchas influencias intelectuales, como, por nombrar sólo una, el establecimiento de la filología indoeuropea. Leon Poliakov ha mostrado que las raíces de esta caricatura llegaron lejos en el pasado y que el deseo de tener ancestros tan ilustres y grandes como fuera posible puede ser encontrado en todos los pueblos europeos. Los romanos creían a sus ancestros originarios de Troya, mientras que la aristocracia medieval española puso énfasis en su sangre visigoda superior, la cual no sólo los hacía diferentes de sus súbditos, sino que también los colocaba sobre ellos. Los franceses continúan llegando a ser esquizofrénicos crónicos tan pronto como deben decidir si ellos son descendientes de Vercingetorix y los galos celtas o de Carlomagno o de la tribu germánica de los francos. Algunos ingleses en forma parecida no satisfechos con su mezcla de ancestros bretones, anglosajones, vikingos y normandos todavía encuentran necesario tener una perdida tribu de Israel conducida a sus costas en orden a asegurar el hecho de tener ancestros aún más antiguos y religiosamente importantes.
Ahora los alemanes ven las raíces de su propia historia en los cambios causados por la enorme migración de pueblos que crearon a los ilustres ancestros de sus vecinos. Considerando que incluso Tacito menciona que los teutones eran “de sangre pura”, ni mezclados con otras razas y (en consecuencia) autóctonos, ha parecido no existir ninguna razón de peso para dudar de su origen nórdico europeo. Cuando la iglesia necesitó una relación con la biblia, se encontró a Ashkenaz, uno de los nietos de Jafet, quien descubrió un camino a la Europa del Norte y así se estableció a los teutones incluso dentro de este marco. Especialmente durante el tiempo de la Reforma uno estaba orgulloso de ser diferente del degenerado y corrupto mundo romano. Durante el siglo 18 y 19, la creencia en la autoctonidad germánica y en el poder de los pueblos nórdicos llegó a ser más y más fuerte, respaldado por el surgimiento industrial e intelectual de los países “germano”-parlantes. Esta creencia también estaba respaldada por varios hallazgos de la investigación en el campo de la antropología y de las linguisticas comparadas.
La teoría del concepto de raza se desarrolló simultáneamente con el surgimiento de la antropología. Habiendo aislado las diferentes razas humanas como un teorema, los eruditos occidentales no pudieron resistirse a colocar su propia raza “caucásica” por encima de las otras. Pronto “raza” fue mal interpretada por o identificada como grupo étnico, nación y lenguaje. La historia fue reducida a un número de razas, cada una teniendo el poder por un cierto periodo de tiempo hasta que lo perdía y otra, más fuerte y con “más energía” lo tomaba. En vocinglera incomprensión, la teoría de la evolución de Darwin fue transferida a todo lo que parecía ser sujeto de desarrollo en alguna forma, sean razas, naciones, etnias, o incluso, circunstancias sociales o económicas. Donde quiera que uno mirara, en los ajetreados puertos de Inglaterra, Holanda, Alemania y Escandinavia o en los salones intelectuales de Londres, Berlin, París o Viena, era claro donde estaba viviendo la raza más forzuda. La antropología clasificó las razas por su apariencia externa entre las razas nórdicas “dolicocéfalas” con altas frentes y las razas meridionales “braquicéfalas” con frentes bajas, lo cual autorizó a “medir” realmente la superioridad de la raza nórdica. Así, los ancestros rubios y zarcos no fueron más un idea romántica. A fines del siglo 19, la “ciencia” autorizó a ver un antepasado noble y superior que suministró una “genuina” identidad étnica.

2.- El Descubrimiento de los “Arios”
El descubimiento del grupo de lenguajes indoeuropeos no sólo puso en situación a la ciencia de seguir la pista a las relaciones históricas entre muchos idiomas de Europa y Asia. Fue también, de una vez y en todo, el fin de la idea de que el hebreo era el idioma original de todos los seres humanos y también de que todos los seres humanos descendían de uno, Adan. Como un resultado, los eruditos occidentales buscaron a sus propios ilustres ancestros en Asia Central, Persia e India siguiendo las huellas de las tradiciones indias e iranias. La investigación indoeuropea comenzó tan temprano como en las primeras décasas del siglo 19, y Max Müller y otros indoeuropeistas comenzaron a usar la palabra “ario” para describir a los antiguos indoeuropeos. Fuera de duda, estos tempranos arios habían sido miembros de la raza blanca superior, ya que ellos representaban a los ancestros de los europeos modernos.
Además, los primeros linguistas cometieron el error de interpretar e incluso evaluar la clasificación de lenguajes en analíticos, aglutinantes y flexivos, en términos de una evolución. Así, estaban de nuevo los arios, es decir indoeuropeos, que parecían ser superiores a otras razas, ya que habían desarrollado el lenguaje al pretendido más alto nivel evolutivo mucho tiempo antes que los otros. El canónigo Isaac Taylor fue de la opinión que los indoeuropeos representaban una “raza finesa avanzada” .
Así, la fisiología superior, el lenguaje y la cultura eran asignadas para el término “arios” y era asumido que aquellos pertenecían a la raza blanca –pero sin embargo su Urheimat todavía no había sido definida como ser la Europa del Norte. Hasta ahora, los arios eran asociados con el Hindukush o el Himalaya. Pero tan pronto como en 1870, Lazarus Geiger argumentó que el hecho de ser los arios rubios y de piel clara probaba que Europa Central, o sea Alemania, había sido la Urheimat. De todos modos, Theodor Posche popularizó la idea de que los arios originalmente venían de Europa Central o del Norte respectivamente. Buscando la Urheimat, el usó medios como la frecuencia de albinismo (¡) y así los arios encontraron un hogar en las pantanosas áreas de Europa Oriental. Un área hostil para la vida como el hogar original de una raza hace pensar que es más hábil para sobrevivir que otras – Karl Penka no tuvo problemas en acepptar esto en 1883. Sin embargo, por medios de toda suerte de disciplinas científicas, él movió a los arios a Escandinava y señaló en sus ya de antes muy polémicos trabajos que ningun otro lugar en la tierra podía ser la Urheimat de los arios.
A pesar de sus polémicas, los trabajos de Penka fueron ampliamente aceptados. Incluso antropologistas bien conocidos como Rudolf Virchow y Thomas Huxley concordaron con que los arios eran una raza de “rubios dolicocéfalos”. El gran indólogo Max Müller, disgustado por este desarrollo que parcialmente había inducido él mismo, insultó a los antropólogos tratándolos de “raza aria, sangre aria, ojos arios y pelo ario” como cabezas de chorlito y comparandolos con linguistas hablando de “vocabulario dolicocéfalo o gramática braquicéfala”. Para él, “ario” no era sino un nombre para un grupo lingüístico que no tenía nada que ver con pueblos hablando esos lenguajes, y que ni siquiera eran pueblos actuales. Pero ya era muy tarde. La idea de una raza superior aria se había asentado en las cabezas de muchos científicos, y los amateurs estaban satisfechos con conocimientos superficiales, disfrutando el pensarse a sí mismos como descendientes de verdaderos super ancestros.

3. La Segunda Guerra Mundial y sus Consecuencias.
Hasta el fin de la guerra, sólo una Urheimat Europea era aceptada en Alemania. La disputa estaba restringida a la cuestión de si había sido el Norte de Europa o una zona esteparia como las de Europa de Este . Pero también en el extranjero era favorecida una Urheimat europea, y sólo muy pocos pensaban que los indoeuropeos eran originarios de Asia. Todavía un término linguistico era mal usado dentro de contextos antropológicos, políico-ideológicos y romanticistas. Fue la segunda guerra mundial y sus resultados los que forzaron al mundo académico a cambiar su forma de pensar el cómo las efectos políticos de metodos de trabajo poco científicos llegaban a ser aparentes.
El mito de la superioridad aria era un fenómeno ampliamente extendido de variante distinción, usualmente más obvio en publicaciones antropólogicas en el mundo académico. Habiendo sido pesadamente incriminado y abusado por los nazis, el término lingüístico “grupo de lenguas arias” ya no fue más aceptable. La investigación moderna considera a los “arios” solamente en conexión con los Iranios y sus estados preliminares. “Indoarios” son visto como precursores de, por ejemplo, los persas. “Pureza genética” fue desterrada a los dominios del mito. El yiddish es un idioma tan indoeuropeo como cualquier otro dialecto germánico y el idioma de los gitanos romanes es mucho más cercano al “ario” que cualquier idioma del Norte de Europa. El concepto de “rama” –principio de desarrollo adoptado de la arqueología fue cambiado por una teoría de desarrollo con fronteras “traslapadas”. Fue comprendido que cualquier influencia rodeando y cruzando un área de lenguaje transforma el desarrollo de un lenguaje, y –incluso más importante- que aunque el lenguaje usualmente suministra información, difícilmente ello autoriza a conclusiones antropológicas. Esto está confirmado por el hecho de que la ciencia indoeuropea ha hecho grandes avances desde que retornó a un desapasionado nivel de trabajo científico.


Literatura:

Mallory, J.P.: In Search of the Indo- Europeans. Language, Archaeologie and Myth. London: Thames and Hudson Ltd. 1989
Mallory, J.P.: A Short History of the Indo- European Problem. JIES 1 (1973): 21-65
Poliakov, L.: The Aryan Myth. London: 1974

Nota: Este texto no sólo contiene información importante para todos los interesados en el problema del racismo seudo religioso (y especialmente seudo-“germánico”), sino que también es un documento histórico. Representa, como un ejemplo, la investigación y el estudio crítico de lo que suministra los principales fundamentos para el Proyecto Ariosofía que fue fundado en 1996. Estudios como éste y la observación crítica de la “escena pagana” en Alemania fueron cruciales en el proceso que resultó en la fundación del Rabenclan y el Nornirs Aett. En miras a preservar el carácter de “trabajo en progreso” del Proyecto Ariosofía, las versiones antiguas de los más antiguos textos no serán sometidos a ningún cambio a la luz de los recientes descubrimientos. Notese como este trabajo proveerá las informaciones necesarias de bagaje. El término “Germanen”, el cual en alemán no es sinónimo de “alemanes” (Deutsche) fue cambiado por Teutones, para evitar confusiones.

Hans Schuhmacher

jueves, 15 de abril de 2010

HONRANDO A LOS DIOSES. Diana Paxson.

Honrando a los Dioses, por Diana L. Paxson. Originalmente publicado en Idunna 20, 1993. Traducción: Answulfs

Veiztu hvé rista skal,
veiztu hvé ráða skal?
veiztu hvé fá skal,
veiztu hvé freista skal?
veiztu hvé biðja skal,
veiztu hvé blóta skal?
veiztu hvé senda skal,
veiztu hvé sóa skal?
("Havamál": 144)
Entre las estrofas mejor conocidas del Hávamál está la citada arriba, la cual resume las habilidades requeridas para el arte rúnico y para la religión. Los primeros dos versos, en los cuales el Alto se refiere a inscribir, leer, colorear e interpretar las runas, son frecuentemente citadas. El segundo par de líneas son menos familiares, pero los verbos usados contienen la esencia de la práctica religiosa germánica. El primero, biðja, carga una familiar relación con el inglés “bid” (ofrecer, rogar, ordenar) y es usualmente traducido como “ask” (preguntar, suplicar, invitar). De acuerdo a Grimm, el término tiene la implicancia de súplica. El segundo, blóta, se refiere al sacrificio en el cual la sangre fue usada para bendecir a la gente y la carne comida después de haberla dedicado a los dioses. El tercer verbo, senda, puede ser traducido como send (enviar, despachar, lanzar) con lo que implica la ganancia de un mensaje a los dioses, en tanto que el cuarto, sóa, significa hacer una ofrenda que es en un sentido “derrochada”, quizás una que es destruída o dejada a los elementos más que compartida. Juntos, ellos resumen los principales modos a través de los cuales la gente del Norte honró a sus dioses.
La palabra “worship” (culto, reverencia, adoración) viene del antiguo inglés “weordhscipe” significando honrar o dar dignidad a algo. La adoración de los dioses puede implicar honrarlos con oraciones y elogios, y complacerlos con dignas ofrendas. Para honrar a los dioses del Norte hoy en día, debemos ir más allá de los significados que otras religiones han dado al que aquellas palabras tenían en sus origenes, y reinterpretarlas en un sentido que estará en armonía con la práctica de antaño y que satisfaga las necesidades modernas. Si nosotros deseamos disfrutar de la presencia y amistad de los dioses, debemos saber cómo darles lo que ellos quieren de nosotros y cómo pedirles lo que nosotros necesitamos.

Oración
Oración se refiere a las palabras y actos involucrados en la comunicación con los dioses. La información disponible parece sugerir que las antiguas gentes germánicas se dirigieron a sus dioses en una variedad de formas. Ejemplos supervivientes incluyen la oración de Sigrdrifa, oraciones skáldicas a Thor, oraciones incorporadas en encantamientos anglosajones y la oración del mercader rus reportada por Ibn Fadlan (citada por Tryckare, p.138)

Quizás las más hermosas son las palabras con las cuales una nuevamente despierta valkyria Sigrdrifa (Brunhild) saluda a Sigurd:
Hail a ti, Día! Hail a tus hijos!
Hail a la Noche y a su hermana!
Con ojos benignos dadnos victoria
a los dos que sentados estamos!
Hail a los Asir! Hail a las Asinjur!
Hail a la fértil Tierra!
Palabra y saber dadnos por siempre,
excelsos, y manos que sanen!"
("Sigdrifumál":2-3)
El pasaje consiste en salutaciones y peticiones. Diciendo hails (salud, salve) a los poderes los identifica, atrae la atención de ellos y los honra. En esta oración Sigrdrifa invoca a los poderes de la Naturaleza – el Día, la Noche y la Tierra, y a los dioses y diosas como un grupo. Sus peticiones son para obtener favor y éxito en general, y en particular para la destreza en la magia y la comunicación. Oraciones a Thor hechas por algunos skaldas como Vetrlidhi Sumarlidhason y Thorbjorn Disarskald son preservadas mayoritariamente en fragmentos citados por Snorri en el “Skáldskaparmál” a causa de la información en ellos contenida. Un típico ejemplo (tal como fue traducido por Turville-Petre, p.85):

Tú destrozaste los miembros de Leikn/ tú golpeaste fuertemente a Ðrivaldi/ tú derribaste a Starkaðr/ tú pisoteaste a Gjalp, muerto bajo tus pies.
John Lindow compara estas lineas a otras de la tradición indoeuropea, en las que la oración “…incluyó exactamente los dos componentes de la oración a la deidad, frecuentemente en segunda persona, seguida por una petición a la deidad.” (p.132) Él especula más adelante que el residuo de la oración (no citada por Snorri)…”llamando a Thor para asesinar a los misioneros Thangbrandr y Gudhleifr e implicitamente les asignó a estos la categoría de gigantes, dentro del sistema mitológico..” (p.133)
Un moderno ejemplo es:
Barbarroja, barbafuego, portador del rayo, tú eres el señor de la tormenta, el dador de vida, el amante del festín, el padre de la libertad, el luchador más denodado: tú, Donar, el heróico defensor, respetuosamente necesitamos que tú nos escuches y que presto en ayudarnos, galopen tus grandes chivos trayendo tus dones.
Una formula para cualquier oración podría ser establecida así:
Hail (el nombre más conocido), (epíteto descriptivo), hijo de (nombre de alguno de sus padres), amante de (el nombre de su consorte), tú que moras en (nombre del recinto de su residencia), tú que (resumir sus más relevantes acciones), con tu (arma o herramienta característica), ven prontamente en mi ayuda, pues yo (resumir el problema que está siendo dirigido).
Una estructura similar se encuentra en algunos de los encantamientos incluidos en “Magia Anglo Sajona” de G. Storm. Las deidades puede ser invocadas a través de la repetición cantada de sus nombres, haciendo referencia a sus atributos y epítetos, y simpatéticamente, a los episodios relevantes de sus mitologías. Esto último puede ser llamado la “fórmula épica”, en la cual el resumen de los triunfos de la deidad en una situación similar está seguido por una afirmación de que las cosas sucederán tal como las deidades hicieron entonces.
Quizás el más famoso ejemplo pagano es el Segundo Encantamiento de Merseburgo, variantes del cual han sido encontradas desde la India védica hasta Inglaterra:
Phol(Baldur) y Wuodan cabalgaron al bosque,/entonces el caballo de Phol se torció su pata./ Entonces Siðgunt cantó sobre ella y Sunna su hermana,/ entonces Frija cantó sobre ella y Volla su hermana,/ entonces Wuodan cantó sobre ella, él sabía bien cómo,/ sobre este torcimiento de hueso, sobre este torcimiento de sangre, sobre este torcimiento de miembro:/ hueso al hueso,/sangre a la sangre,/ miembro al miembro,/ tal como ellos residen juntos.
He aquí un ejemplo de un encantamiento islandés cristiano, con palabras repaganizadas entre paréntesis:
Puede el sangramiento ser estancada por aquellos que sangran; sangre que cae desde la cruz de Dios (sangre que cae desde el Árbol del Mundo). El Todopoderoso(el Todopadre, el Padre de Todos) soporta el miedo, desde que las heridas experimentó penosamente. Erguido en la gloria, así como en la sangre, el Hijo de Dios (el Alto) puede escucharla. El espíritu y las venas sangrantes, él/ella encuentra felicidad en quien está liberado de esto. Puede el sangramiento ser estancado, no sangrar ni afuera ni adentro. Con estas palabras el apóstol San Juan estanco la sangre en los labios de nuestro Señor…/(Odin estancó la sangre cuando él fué acuchillado por la lanza.)Una piedra llamada Surtur se levanta en el templo. Allí yace nueve noches. Ellos no dormirán ni estarán despiertos antes de que esta sangre esté detenida. Dejar esta sangre estancada en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. (En el nombre de Odin).etc.
(Kvideland & Sehmsdorf, 28.6 )
La fórmula de este tipo es una oración/encantamiento que puede ser expresada de este modo:
(Resumen del mito, como por ejemplo el encadenamiento del lobo Fenrir por los dioses)
(Exposición de la acción, tomada en términos tales de poder aplicar tanto al problema mítico como a la dificultad presente, como por ejemplo, las fuerzas de conflicto y destrucción, en forma de afirmación: “La cadena está segura, y Fenrir encadenado!”)
Hay también evidencia para la oración en la forma de una simple petición. Cuando el mercader rus trajo sus ofrendas a los pilares de la deidad (god-posts), él dijo:
Oh mi Señor, yo he venido por un largo camino con muchas esclavas y muchísimas pieles de marta ( y entonces él menciona todos los bienes que tre consigo). Ahora yo vengo a tí con estas ofrendas…Yo quiero que tú me envíes un mercader que tenga montones de denarios y dirhemes y que comprará en mis términos sin que exista dificultad.”
La posición tradicional para la oración ha sido objeto de algunas discusiones en la comunidad neo-nórdica. Muchos asatruar se muestran a favor de una postura erguida con los brazos levantados en saludo (la stodhyr de la runa Elhaz), sintiendo que esta posición es la mejor en mantener la característica independencia vikinga. Aunque esta es una visión que me simpatiza, la mayoría de la evidencia parece sugerir que al menos en algunas épocas la práctica fue diferente de la actual. En su capítulo dedicado al Culto (Vol. I:III), Grimm analiza la etimología de muchos términos relevantes, comenzando con las formas góticas, más tempranamente conocidas. Entre ellos está inveita, que parece ser un acto de adoración que involucra algún tipo de inclinación del cuerpo, aunque no es claro si esto significa inclinar la cabeza o doblar la rodilla. Él cita un número de referencias en apoyo de esta idea, incluyendo una en la Saga de San Olaf, en la que los hombres fell til iardar fyrir likneski (se tumban en tierra ante el retrato) de Thor (Fornm.sög. 2, 108). De los longobardos se dijo que tenían que inclinar la cabeza delante de una cabeza de chivo. Los negoociantes rus observados por Ibn Fadlan en el bajo Dnieper se postraban ante los pilares de los dioses que ellos habían levantado en las riberas. Una variación de esto puede haber sido el descubrirse la cabeza para mostrar respeto ( en contraste con la práctica romana y judía de cubrirse la cabeza cuando se entregaban a la actividad religiosa), preservada en la moderna regla de etiqueta que requiere que los hombres se saquen los sombreros en la iglesia (se podría hacer notar que en la iglesia medieval, como entre los antiguos godos, sólo los principales sacerdotes realizaban el culto con las cabezas cubiertas, Grimm, I:32).En este sentido el Antiguo Poema Rúnico Noruego es sugestivo:
SOL er landa ljóme; lúti ek helgum dóme
(Sol es la luz de las tierras; yo reverencio la sentencia del cielo).
El verbo aquí es “lúta”, “ to lout down”que significa “to bow” (saludar, hacer una reverencia, inclinarse, someterse) como cuando Tomas el Rimador encontró a la Reina de las Hadas y “louted down upon one knee”. Una forma de oración puede haber involucrado pararse con los brazos alzados en forma de runa Elhaz, pero Ibn Fadlan describe a los negociantes rus como postrandose ante la imagen de sus dioses. Aparentemente en ese tiempo las gentes germánicas también se inclinaban en adoración, especialmente, cuando aparecía el Sol, para honrarlo.
Una línea en el Sólarljodh (41), establece "henni ek laut hinnsta sinni, ægis-heimi í", “yo me incliné a ella (el sol) por última vez en este mundo”, queriendo decir que fue el último día de la vida del hablante, lo que es aún más indicativo. “Someterse a la sentencia del cielo”, por consiguiente no necesariamente es una expresión ni de fatalismo nórdico ni de influencia cristiana, sino que podría ser una referencia a un ritual diario de alineación con las fuerzas que gobiernan el destino de todos los seres, representadas por el viaje diario del sol.
Inclinarse hacia el este para hacer un hail al sol naciente es mencionado en el Landnámabok I: 9. Las referencias en la literatura nórdica citadas acerca de la práctica de saludar al sol saliente, y muchos encantamientos anglosajones dirijen al que los usa a encarar el sol, o movimiento deosil. Grimm, también cita numerosas referencias en favor del hecho de que se encaraba el norte durante el culto religioso, una visión confirmada por el prejuicio cristiano medieval en contra de esta dirección.
Ofrendas
Oración y alabanza, ya sean pronunciadas erguidas o inclinadas, son sólo una parte del culto heathen. La práctica más antigua fue la de dar regalos a los dioses, en forma de comida- blotan, esparcir sangre, siendo este verbo quien precedió a las palabras, tomadas en préstamo “ofrenda” y “sacrificio”. A pesar de los origenes sangrientos, aparentemente llegó a incluir todo tipo de ofrendas, siendo eventualmente análogo a “bendición” (presumiblemente a partir de la práctica de aspersión de los participantes del culto con la sangre del sacrificio) Entre otras palabras usadas en gótico para una ofrenda está sáudhs referida a lo “hirviente” o cocción del animal sacrificado que los participantes del culto compartirían en festín.
Animales, en todo caso, no fueron la única ofrenda. Granos, frutas y flores pueden ser sacrificados (especialmente las primeras frutas de la cosecha), bebidas alcohólicas fueron derramadas en libación, cabellos cortados de la melena. Incluso hacer un voto podría ser considerado una ofrenda. Cuando un animal era sacrificado, su cabeza, su corazón y su cuero serían colgados como una ofrenda, su sangre derramada sobre el hørg y rociada sobre las personas y el altar, y su carne cocinada y comida en el festín comunitario. Cuencos para la sangre e hisopos para la espersión fueron parte del mobiliario de un hof. La participación en dichas fiestas fue tanto un privilegio como la condición de pertenencia a la tribu y a la comunidad.
Ciertas fiestas y ofrendas fueron celebradas en los festivales anuales que marcaban los puntos de cambio de las estaciones, para señalar grandes ocasiones, como bodas, funerales de reyes, o ganar el favor de los dioses para empresas planeadas o para aplacarlos en tiempos de desastre. En esos tiempos los sacrificios podían incluír hombres (aunque estos, presumiblemente, no fueron comidos) y en estaciones desastrosas, incluso el rey podía ser sacrificado. Sólo animales saludables y perfectos podían ser ofrendados, enjaezados con flores y hierbas aromáticas. El jabalí fue especialmente sagrado para los Vanir, los caballos parecen haber sido el más valioso sacrificio, y es posible que su carne sólo fuese comida en ocasiones sagradas. Toros blancos o negros, carneros y chivos también fueron preferidos, especialmente aquellos que nunca hubiesen sido usados para la labor. Es una especulación mía que la liebre fue consagrada a Eostara y comida sólo en su festival.

Las ofrendas fueron también hechas por individuos con propósitos específicos, tales como un viaje próspero o victoria en la batalla. De acuerdo a Ibn Fadlan, los mercaderes rus ofrendaban pan, carne, cebollas, leche y alguno de los licores locales a sus dioses en el camino al mercado, y sacrificaban animales en el camino de retorno a casa si su comercio había sido exitoso. Con unas pocas excepciones, tal como el jabalí del tiempo de Yule todavía es celebrado en imágenes de mazapan en Escandinavia y en el villancico inglés Cabeza de jabalí, los antiguos sacrificios de sangre fueron suprimidos bajo el cristianismo. De cualquier modo, las ofrendas menos ofensivas de ramas frondosas, guirnaldas de flores y ruedas de granos continuaron siendo hechas, y el beber la cerveza de memoria, el minnis-öl, o sumbel sobrevive hasta hoy día en la costumbre de brindar en los banquetes. Incluso cuando las ofrendas a los antiguos dioses fueron olvidadas, el pueblo continuó derramando alcohol, leche o pan para los espíritus de la casa. Uno ve una supervivencia de esta costumbre en la leche y galletas que son dejadas para Santa Claus.
Honrando a los Dioses Hoy
Naturalmente basta con la pequeña evidencia que tenemos para asegurar que la antigua praxis religiosa tendía a enfocarse más sobre lo público y comunitario que sobre el culto individual. De hecho, considerando cuántos de aquellos que siguen el Camino del Norte se ven forzados por las circunstancias a practicar como solitarios, una discusión acerca del trabajo espiritual en solitario es a la vez útil y necesaria. Incluso aquellos que participan con regularidad en un culto grupal encontrarán enriquecida su experiencia y sus habilidades incrementadas por un trabajo solitario regular.

Especialmente en el primer caso, es útil crear un foco físico para el culto en la forma de imágenes y altares. Disponer un altar es sencillamente suficiente, de hecho parece ser una respuesta instintiva y las personas a veces se sorprenden al darse cuenta qué es lo que ellos han hecho. Para los antiguos, los pilares y el fogón fueron sagrados dentro del hogar. Puertas afueras, ellos construían altares de piedras apiladas, establecían arboledas sagradas o construían “halls” para los dioses. Hoy en día, una roca puede ser emplazada dentro de la chimenea o estufa para hacer un hogar para el espíritu de la casa, y un monton de piedras (“cairn”) o a una piedra solitaria pueden ser puestas en el jardín para realizar ofrendas.
De cualquier manera la mejor ayuda para desarrollar el contacto con los dioses es un altar personal. Este no necesita ser muy elaborado- un sitio limpio dentro del dormitorio a salvo de la interferencia de niños pequeños o animales es un buen lugar para empezar (advertencia: así como tú trabajes con más deidades, los altares pueden proliferar, hasta que tu dormitorio comience a lucir como un hof). Si el altar está dedicado sólo a una deidad, cúbrelo con un género del color que te parezca más apropiado (por ejemplo, azul oscuro para Odin, rojo para Tyr, o un tono tierra para alguno de los Vanir). De manera distinta, un trozo de lino de color blanco o natural estaría bien. Imágenes de los dioses pueden ser fotocopiadas de libros o revistas, o tú puedes hacer una miniatura del pilar de un dios (god-post) tallando un palo y parándolo en un recipiente con arena. Para los más artisticos, reproducciones de antiguos figurines pueden ser modelados en arcilla. Estas imagenes pueden ser cambiadas como tú trabajes con diferentes deidades.

Una vela votiva en un contenedor de vidrio es una forma segura de iluminar tu imagen. Tú puedes también disponer un pequeño recipiente o plato y copa (copas de vidrio tornasolado o pocillos de saki son convenientes) para hacer ofrendas. Quemar hierbas es tradicional para la purificación, aunque no es una ofrenda y el incienso puede ser muy útil en crear el ánimo apropiado.
Un altar honra a los dioses, pero él es más que decoración. Cada día date un momento, cuando puedes tener privacidad. Enciende la vela, quizás derrama un poquito de cerveza en el recipiente de las ofrendas. Sientate cómodamente y contempla el altar. Tú puedes ocupar este tiempo simplemente en pensar acerca de la deidad, considerando el significado de sus mitos y su relevancia para tu vida. O tú puedes componer oraciones formales en el modelo dado antes. Memorizando una breve invocación es una buena forma de “cambiar de marcha” cuando tú empiezas. Profundizar e intensificar la experiencia, cantar el nombre de la deidad o entonar una runa apropiada.

Cierra tus ojos y construye un retrato mental del dios. Cuando tú puedas retener fácilmente la imagen, repite tu oración y aguarda por una respuesta. Tú puedes encontrar de ayuda preceder esta actividad de una relajación sistemática de grupos de músculos, o retardando y contando tus respiraciones. Si tú eres experimentado en “pathworking” o viajes shamánicos, imagina una puerta que conduce desde tu cuarto a través de un pasillo al Midgard que yace dentro. Usando el orden de los nueve mundos en el Yggdrassil como un mapa, busca uno donde sea más probable encontrar a tu deidad y construye una imagen de su hogar o de su templo. Pide entrar, llama al dios, y mantén tu conversación allí. Una antigua práctica fue yacer acostado y envuelto en una capa o en cuero para ciertos vajes y comunicaciones.

Con práctica regular, te será más fácil sentir la presencia de la deidad y eventualmente tú puedes encontrar que no sólo está tu dios siempre esperándote cuando tú viajas hacia adentro, sino que el tomar conciencia de su presencia viene a tí cuando tú estás en un estado de conciencia “ordinaria” , y así el culto religioso llega ser unión y camaredería. Yo creo que en los antiguos días aquellos que fueron conocidos como “amigos” de dioses especificos experimentaban la relación con los dioses de esta manera. Dicho tomar conciencia puede en ocasiones llegar a ser considerablemente potente, al punto de hacerse necesario explicarle al dios que tú necesitas ser capaz de trabajar sin distracciones y limitar la interacción a momentos apropiados. Por ejemplo, no contemples a tu dios mientras conduces un vehículo en movimiento ( a menos que, por supuesto, él sea mejor conductor que tú). Practicar la conversación con el dios en tu cabeza no es patológico, mientras que tú no lo hagas en voz alta públicamente o cuando tú supones estar haciendo otras cosas.

Los dioses también te dirán lo que ellos desean en la forma de los ornamentos del altar y de las ofrendas. Nuevamente, tu puedes encontrar necesario explicar que esos tiempos han cambiado, y situaciones como brazaletas de oro y carne fresca de caballo pueden ser difíciles de conseguir. Es razonable pedirle aun dios que desea algo, que coopere ayudandote a encontrarlo o pagarlo. En muchos sentidos, una relación activa con un dios es como una relación amorosa – seductora y embriagante. Si la relación es para perdurar, el sentido común y la cortesía son requeridos por ambas partes. Por muy auténticos que nosotros desearamos ser, y a menos que uno viva en una granja y ha amaestrado las habilidades involucradas en matar humanamente un animal, el sacrificio de sangre no es una opción para los heathen contemporáneos. De cualquier manera en adición al sumbel, las ofrendas pueden ser hechas en muchas formas. Cuando uno está realizando una fiesta (o cualquier celebración familiar) una porción debiera dejarse aparte para el espíritu de la casa ( que vive en una piedra dentro de la chimenea o de la estufa) y/ o para los dioses, primero en un plato o recipiento de ofrendas y despues en un hørg de piedras apiladas o colgado de un árbol en el jardín. En mi familia nosotros colgamos apropiadamente galletas de jenjibre modeladas, en el árbol de Yule.

Para un ritual más elaborado, ir a un área de picnic solitaria para hacer tus ofrendas. Escoge un momentio y un lugar donde tú estés razonablemente en privado (como una tarde a mitad de semana). Si tú proteges suficientemente bien el lugar, dificilmente serás molestado. Construye un hørg con piedras apiladas, pon ofrendas de carne, etc. sobre él y derrama vino rojo (como “sangre de toro”) sobre él, mientras haces tus oraciones. Si los medios de un asado están disponibles, toma un vaso y haz una mezcla con cebada, cebolla y ajo y otras hierbas, y los corazones de cualquier animales que estén disponibles. Es aconsejable cortar todos los ingredientes y en parte cocinar la cebada con anticipación. Remoja la mezcla con cerveza o vino y cuando hierva, batela, cantando runas y encantamientos, Cuando está hecho, una parte puede ser ofrendada en el hørg y el resto compartida. La experiencia puede ser sorprendentemente poderosa.
La comida que es dejada fuera de esta forma, invariablemente desaparece, especialmente si tú tienes mascotas. Esto es consistente con la tradición heathen. Nosotros sabemos por Ibn Fadlan que cuando los perros vinieron en la noche y comieron la carne, el mercader dijo: Ciertamente mi Señor está complacido conmigo y ha comido mis ofrendas”. Incluso en Asgard, Geri y Freki comen la comida dada a Odin. Aunque hay días (como Miércoles para Odin) y tiempos (como Yule u Ostara) cuando el culto divino es particularmente apropiado, honrar a los dioses no es una actividad que deba ser restrinjida a un día de la semana o a aquellas epocas cuando la comunidad se reúne para festejos o festivales. Cada día, y cada actividad, pueden ser dedicados a una deidad apropiada. Aquellos que trabajan con sus dioses en una base regular, encontrarán una relación que se desarrolla y que enriquecerá sus vidas. Los dioses nórdicos no son mitos. Ellos son presencias vivientes deseosas de interactuar con nosotros, y que afanadamente responderán a casi cualquier invitación.
Fuentes
Jacob Grimm, Teutonic Mythology: I, New York: Dover, 1966
John Lindow, "Addressing Thor", Scandinavian Studies 60, 1988
The Poetic Edda, trans. Lee Hollander, Austin: University of Texas Press, 1986
Scandinavian Folk Belief and Legend, ed. Reimund Kvideland & Henning K. Sehmsdorf, Minneapolis: University of Minnesota Press, 1988
D.G. Storms, Anglo Saxon Magic, Folcroft Library Ed. 1975
Tre Tryckare, The Vikings, Crescent Publishers, 1972
Gabriel Turville-Petre, Myth and Religion of the North, New York: Holt, Rinehart, & WInston, 1964

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